La emisión de cenizas del volcán pone en emergencia la parte agrícola del municipio de Puracé.

La reciente emergencia en el volcán Puracé, con cuatro cráteres activos, ha desencadenado una crisis en el resguardo indígena de Coconuco y comunidades cercanas, afectando a más de 8,000 habitantes. La comunidad ha declarado emergencia económica, social y ambiental debido a los graves daños en infraestructura, producción agrícola y acceso a servicios básicos.

El agua de consumo humano está contaminada, dejando a las veredas sin abastecimiento. Los cultivos de papa, maíz, fresa y arveja han sido completamente destruidos, y la producción de leche, estimada en 15,000 litros diarios, se ha perdido. La ganadería, clave para el suministro de carne a la ciudad de Popayán, también se encuentra paralizada.

“Las pérdidas son totales, los cultivos no se recuperarán y los créditos que tienen las familias campesinas ya no se pueden pagar”, expresó uno de los líderes comunitarios.

La comunidad exige la atención inmediata del Gobierno Nacional y de entidades como el Ministerio de Agricultura, solicitando:

Carrotanques y tanques de almacenamiento de agua para garantizar el acceso en las zonas afectadas.

Medicamentos y dotación sanitaria en el puesto de salud.

Condonación de créditos agropecuarios y recursos para la reactivación de cultivos.

Asistencia humanitaria inmediata, incluyendo víveres para las familias damnificadas.

El resguardo de Paletará y Puracé también han sido gravemente afectados. Las comunidades hacen un llamado a la solidaridad regional y a las autoridades nacionales para que realicen una visita técnica y gestionen soluciones sostenibles frente a esta emergencia.

“Lo que sucedió ya no tiene remedio, pero necesitamos ayuda urgente para proteger a nuestras familias y garantizar nuestra supervivencia”, enfatizaron Miguel Yace
Autoridad Tradicional Indígena de R.I Kokonuko

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